¡Buenos días! Lo prometido es deuda (sobre todo después de la buenísima acogida que tuvo la primera parte) así que seguimos recorriendo y corriendo por la costa oeste de Estados Unidos.
Después de nuestra visita al Gran Cañón y Monument Valley, nos dirigimos hacia otros dos lugares no menos increíbles, Antelope Canyon y Bryce Canyon.
Corriendo por la Costa Oeste (II): Antelope Canyon
Si en el último post os decía que Monument Valley fue una visita sorprendente, en la que la sensación de poco turismo te hacía sentirte perdido en el salvaje oeste, Antelope Canyon fue precisamente todo lo contrario. Es una de esas maravillas del mundo que por supuesto hay que ver, pero que al igual que tú, hay otro millón de turistas que también quieren verlo.
El problema a de esto, es que este Cañón es muy estrecho y por tanto, sólo se permite ver Antelope Canyon en una visita guiada, por lo que hay que apuntarse a alguno de los tours organizados por empresas de la zona.
El precio de la entrada y el tour en este caso es de unos 30 dólares por persona y la verdad es que aunque te sientes un poco como una oveja en un rebaño en la visita, sin duda merece la pena. Las paredes del cañón tienen unas formas increíbles, como si de un mar de arena se tratara. Los reflejos creados por la luz entrando por las estrechas grietas del cañón lo hacen aún más mágico.
La verdad es que no es fácil hacer una foto en la que puedas estar solo. De hecho en esta que veis y que colgué en instagram, borre a una chica haciendo una foto…;-) Lo hice con mi programa favorito de edición de foto que se llama Snapseed…¿a ver si descubrís dónde estaba la chica?
Las entradas se pueden sacar por internet y uno de los mejores tours que nos habían recomendado es el Navajo Tours, pero para cuando yo decidí mi viaje ya no quedaban entradas. Así que nos presentamos allí para hacer la cola y comprarlas directamente allí y ya solo quedaban para uno de los dos cañones.
Antelope Canyon se divide en dos zonas, el cañón superior y el cañón inferior. El más visitado y de mayor belleza según dicen es el cañón superior, pero nosotros vimos el inferior y también quedamos alucinados. La excursión dura una hora y media y lo que sí os recomendaría es tratar de hacer la visita al mediodía, sobre las 12 horas, pues es el momento en el que la luz entra más profundamente en el cañón, provocando las escenas de mayor belleza.
Horseshoe Bend
Algo que me gustó incluso más que el cañón, fue la visita a Horseshoe Bend (lo que viene siendo, la curva de la herradura 🙂 un impresionante meandro en forma de herradura del Río Colorado. Está muy cerquita de las entradas a los cañones y se puede visitar en el mismo día. Es una zona más abierta y donde no necesitas entrada para acceder.
Lo más alucinante de estos paisajes es ver el increíble poder que tiene la naturaleza, siendo capaz de hacer y deshacer estas formas a su antojo. La verdad que te puedes quedar un rato observándolo y una vez más sentirte muy pequeño en comparación con el mundo en el que vivimos.
Esa sensación que te hace relativizar todo, tus problemas, tus preocupaciones, todo parece hacerse más pequeño. Al fin y al cabo, no somos ni tan importantes ni tan imprescindibles como creemos. Esta es una de las mejores lecciones que te aporta viajar.
Como esta excursión se hace relativamente fácil ,buscamos por internet una ruta para correr por la zona y descubrimos un trail que salía del Lago Powel (Lake Powel) No era muy larga pero nos dio para al menos soltar un poquito las piernas ese día. La encontrarás desde el parking del lago en la zona de la presa y resultó ser una ruta bastante bonita.
De camino a nuestra siguiente parada, descubrimos un pueblo increíble que os recomiendo que visitéis si estáis por la zona, Kanab, una pequeña ciudad, ya en el estado de Utah, a la que llaman el «pequeño Hollywood» debido a que aquí se rodaron algunas películas del oeste y el pueblo ha conservado toda su magia. Nosotros lo pudimos ver de noche y no tengo muchas fotos, pero me encantó el ambiente y el encanto de todo, parecía un decorado de otra época , pero a la vez muy auténtico….
Bryce Canyon
Esta noche llegamos a dormir cerca de la última visita que teníamos programada Bryce Canyon. Este parque nacional localizado en el sudoeste del estado de Utah, que a pesar de su nombre, no es propiamente un cañón sino una gran anfiteatro natural formado por la erosión, es de los paisajes más pintorescos de toda la ruta.
Bryce destaca por sus estructuras geológicas únicas, llamadas chimenea de hadas, que se formaron por la erosión causada por el viento, agua y hielo. El juego de colores de las rocas, rojo, naranja y blanco recrean un paisaje muy pintoresco con unas vistas espectaculares.
Desde luego este sí es un lugar perfecto para correr y sobretodo para montar en bici, ya que desde varias millas antes de llegar que atraviesas otro precioso y colorido cañón, Red Canyon, existe un carril bici precioso paralelo a la carretera que termina por sumergirte dentro del parque natural de Bryce y da para una buena tirada larga!
En esta zona hay un montón de caminos a pie de arena para bajar a la zona baja del anfiteatro y te puedes perder por allí paseando tranquilamente y sin muchos turistas. Es muy bonito la verdad y muy curioso ver las formas tan raras que adquieren las piedras por el paso del viento.
Y al igual que el viento crea estas formas en la naturaleza, el tiempo a su paso y lo que vivimos, nos constituye como las personas que somos. Sin duda estas son las cosas que recordaremos cuando seamos mayores, los viajes, el tiempo con la familia y amigos, y los momentos en los que nos sentimos realmente vivos.
Espero que os haya gustado este recorrido y os dejo por aquí un vídeo en el que después de haber leído mi experiencia os ayudará a visualizarla mejor.
Frase para hoy:
Duerme menos y sueña más, sueña despierto, los sueños se hacen realidad. (Rayden)
Un abrazo. Pau