Buenos días team. Madre mía cómo ha pasado este mes de Enero, casi no me he dado ni cuenta. Y es que según voy cumpliendo años, cada vez tengo la sensación de que el tiempo pasa más rápido. ¿No os pasa? Sinceramente a veces da vértigo y quizá por eso desde hace unos años decidí intentar llenar mi tiempo de vida y no mi vida de tiempo…y es por eso que hoy os vengo a hablar del viaje que voy a hacer, que empezará con un retiro de silencio, método Vipassana.
El año pasado a estas alturas estaba preparando mi equipaje para irme a la India a hacer mi formación de Yoga Jivamukti, uno de los viajes que sin duda han cambiado mi vida, mi profesión y mi forma de ver el mundo. Porque señores, es muy importante darse cuenta de que nuestra felicidad no basa en que el mundo a nuestro alrededor sea perfecto, sino que nuestra manera de mirarlo sea lo más bonita posible.
Estos días están siendo especialmente intensos porque estoy a menos de una semana de volver a irme de viaje para emprender otra aventura. Esta vez diferente pero con el mismo objetivo. Seguir creciendo como persona y aprendiendo de uno de los mejores maestros de la vida: viajar.
Así que estoy aprovechando para estar todo lo que puedo con la familia y los amigos porque, son una de la únicas cosas que realmente echas de menos cuando viajas. Lo demás se puede comprar, te puedes adaptar o puedes prescindir de ello.
Precisamente ayer publicaba estas fotos pasando el día con mis papis en El Retiro. Uno de los lugares donde he pasado más tiempo de vida… De niña jugando, de mayor corriendo o paseando o tomando algo con las amigas.
Muchas me habéis preguntado por Instagram de dónde era el conjunto que llevaba en estas fotos… y os lo cuento 😉
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Mi viaje de este año | Primer destino – Sri Lanka y retiro de silencio Vipasanna
Os quería contar un poco en qué va a consistir mi viaje este año.
Mi primer destino es Sri Lanka, donde nada más llegar, realizaré un Vipassana completo (retiro de silencio de 10 días). Es un requisito imprescindible para mi acreditación como instructora de Mindfulness que terminaré a mi vuelta. Así que en parte lo hago por eso y en parte por lo personal, porque creo que tiene que ser una experiencia muy enriquecedora.
Sabéis que llevo un año y medio estudiando para ser instructora de Mindfulness en el Instituto EsMindfulness de Barcelona dirigido por Andrés Martín Asuero, quien fuera el propulsor del programa MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction) en España.
Es una formación por módulos en la que vas cumpliendo fases. Ahora mismo ya soy instructora en prácticas de MBSR y me falta completar la última fase, o acreditación, que me permitiría crear mis propios cursos que es algo que tengo muchos ganas.
Y es que, además de seguir dando estos cursos de reducción del estrés, quiero crear otros como el tema de Mindfulness aplicado al deporte y me encantaría sacar mi propia formación.
Pero como siempre digo, lo primero que hay que hacer es encarnar y ser maestro para poder ofrecer lo mejor que puedas a los demás. Y por eso es necesario pasar por estas experiencias que te ponen a tan a prueba.
En la fase anterior ya tuve que hacer un primer retiro de silencio (Os lo contaba en este post) Este seguía la tradición Vipassana pero por así decirlo era bastante más light.
El Vipasanna completo es un tipo de retiro de silencio, que dura 10 días: se medita 12 horas al día empezando a las 4 de la mañana y no se puede hacer ejercicio. Es curioso que esto me preocupa más que no poder hablar…;-) No se puede hacer uso en ningún momento del teléfono móvil, no se puede leer, escribir, ni escuchar música, ni por supuesto hablar.
Sin embargo, el que yo he realicé era de 5 días y a pesar de estar inspirado en el Vipassana y seguir una estructura similar, puede decirse que es una especie de adaptación a algo que de primeras puede parecernos muy fuerte. De las 12 horas de meditación al día, una hora y media la podías dedicar a caminar, o hacer ejercicio y todos los días había una clase de Yoga. Esto para mi fue vital para sobrevivir a tantas horas sentada meditando y no sufrir demasiado físicamente.
Ahora me toca hacer uno de los de verdad y para seros sincera, me da un poco bastante de respeto (incluso miedito) . Pero estoy convencida que si lo resisto saldré de allí súper orgullosa y feliz de haberlo hecho.
Seguramente, os preguntaréis que por qué es necesario hacer un retiro de este tipo. Os cuento un poquito la teoría.
Vipassana significa ver las cosas tal como son. Es una de las técnicas de meditación más antiguas de la India puesta en práctica desde hace más de 2500 años enseñando como un arte, el Arte de Vivir. Parte de la teoría de que el ser humano tiende al sufrimiento, generalmente por nuestra tendencia natural a la insatisfacción con lo que tenemos, lo que somos, lo que nos ocurre…etc.
El objetivo es servir como cura para esos problemas universales a través de un proceso de purificación mediante la auto-observación. Se supone que aunque tengamos esa tendencia a vivir de esa manera, nuestra naturaleza más pura, nuestra esencia, no es así. Es así por el resultado de siglos de esta forma de vivir relacionada con el sufrimiento que hemos aprendido. Por eso, sería como desaprender, como limpiarnos de todo lo que arrastramos, egos, celos, ambición etc…
Se comienza observando la respiración natural para concentrar la mente y según van avanzando los días y con la conciencia más agudizada (imaginaros después de 3 días sin ningún tipo de distracción más que observar tu respiración), no se hace ningún ejercicio de respiración solamente se observa el proceso natural de como entra y cómo sale poniendo la atención en el punto entre las fosas nasales y el labio superior.
Esto hace que tú mente se agudice y empiezas a percibir realidades más sutiles. Empiezas a ser más consciente de sensaciones que normalmente no percibimos. A partir del cuarto día empiezas a meditar siendo consciente de esas sensaciones por todo el cuerpo. No se trata de reaccionar contra ellas, sino de observarlas. Por muy desagradable que sea una sensación, como un dolor, o un picor muy fuerte, está no durará para siempre… La idea es que si te duele algo por ejemplo la espalda que es muy normal al estar sentado en el suelo, observes ese dolor, siendo capaz de ver cómo se transforma y hasta desaparece…
Los siguientes días, se procede a observar la naturaleza cambiante del cuerpo y de la mente con el objetivo de experimentar las verdades universales de la impermanencia, y la ausencia de ego que son, según está la tradición, las causas fundamentales del sufrimiento humano.
Por tanto es un proceso de purificación: el conocimiento de la verdad a través de la experiencia directa. Lo estás viviendo, desde la experiencia que todo lo que nos genera deseo o adversión, son fenómenos pasajeros de la mente y por eso podemos no reaccionar a ellos. Podemos cambiar nuestros patrones de conducta desde la raíz, de lo más profundo de nuestra mente. Y así conseguir la ecuanimidad en nuestras vidas.
Para entenderlo es como llegar a lo más profundo de nuestra mente para construir unas raíces sanas. Si las raíz no está sana, todo el árbol no puede estar sano y por eso se trabaja en las zonas más profundas de la mente.
Lo que me gusta es que todo el camino (Dhamma) es un ejercicio puramente mental, como un experimento científico que sirve como un remedio para estos problemas humanos y no tiene nada que ver con ninguna religión ni con una secta. La respiración, nuestras sensaciones, nuestros deseos y adversiones, son iguales para un cristiano que para un hindú, que para un ateo.
Al final si me preguntáis qué es lo que estoy buscando os diré la libertad. Mi objetivo es ser un poco menos esclava de mi mente, de mis deseos y mis adversiones. Ya que cada vez que se genera en la mente deseo o adversion uno pierde el equilibrio y la paz de la mente.
Este año me voy con mi amiga Annita, lo que va a ser un reto todavía más difícil porque allí aunque estemos juntas no podremos ni mirarnos para intentar no conectar. Cada una debe vivir su proceso…
Si queréis conocer un poquito más en esta página tenéis toda la información si algún día os decidís a hacer un Vipassana
Como os he dicho en otras ocasiones, al final no se trata de cambiar mi vida, ni mi entorno ni nada. Me siento súper afortunada de la vida que he elegido. Por supuesto no todo es perfecto y hay muchas cosas en nuestra sociedad que me gustaría cambiar. Pero de lo que me he dado cuenta, es que todas esas cosas empiezan por cambiar nosotros, no el entorno, no a los demás, no nuestro trabajo, ni a nuestro jefe…
Precisamente por ello, cuando pones distancia, y todas esas distracciones que nos hacen apartar la mirada de nosotros mismos no están, y quedas tú, con tu naturaleza, tu forma de pensar, tus apegos…etc, es cuando puedes hacer algo para entenderte y cambiar.
Al menos yo soy de las que piensa que todos podemos cambiar. Tan sólo hay que trabajar para conseguirlo.
Frase para hoy
En el fondo no se trata de buscar nuestra mejor versión constantemente, sino escucharnos para descubrir que ya la tenemos dentro. Solo hay que dejarla salir.
Un abrazo enorme
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