Buenos días team!! Parece mentira que ya esté aquí otra vez delante del ordenador para contaros mi experiencia en la India. La verdad es que el tiempo vuela, pero también tengo que deciros que mi mes y medio fuera de casa ha sido para mi casi como un año vivido. Y es que cuando estamos dentro de nuestra rutina el tiempo pasa de una manera diferente, pero cuando cambias todo tu entorno y te pones ante situaciones que nunca antes habías vivido, paisajes, comidas, hábitos, personas…todo se vive más intensamente.
Quería escribir este post como una reflexión para mi misma de si este viaje a la India (del que ya os hablaba en mi post anterior) ha merecido la pena, qué creo que he aprendido, qué me traigo del viaje y lo más importante, cómo aplicarlo a la vida real.
Porque mi objetivo al irme a aprender Yoga a la tierra de origen, era aprender allí todo lo que pudiera de la mentalidad oriental y su filosofía, pero sin olvidarme del lugar donde pertenezco. Al fin y al cabo soy una occidental más viviendo en un mundo donde la tecnología, los avances, las comodidades, marcan nuestro día a día y no me quiero desentender de eso. Simplemente creo que hay actitudes y maneras de tomarnos las cosas que pueden ayudarnos a disfrutar más de todo y ser más felices.
He conocido gente cansada de sus vidas, que se iba para allá huyendo del sistema que tenemos montado aquí, las exigencias del trabajo, las ambiciones, el ritmo de vida, el tipo de relaciones personales… Sin embargo en mi caso no es así, me siento súper afortunada de la vida que tengo aquí. Por supuesto no todo es perfecto y hay muchas cosas en nuestra sociedad que me gustaría cambiar. Pero de lo que me he dado cuenta, es que todas esas cosas empiezan por cambiar nosotros, no el entorno, no a los demás, no nuestro trabajo, ni a nuestro jefe…
Precisamente por ello, cuando pones distancia, y todas esas distracciones que nos hacen apartar la mirada de nosotros mismos no están, y quedas tú, con tu naturaleza, tu forma de pensar, tus apegos …es cuando puedes hacer algo para entenderte y cambiar.
Al menos yo soy de las que piensa que todos podemos cambiar. Tan sólo hay que trabajar para conseguirlo.
Tres reflexiones importantes sobre lo que he aprendido en la India
Os decía antes que quería escribir este post como una reflexión para mi misma de lo que he vivido y aprendido y voy a resumirlo en tres reflexiones sobre nuestra vida cotidiana y cómo cambiar nuestros hábitos y actitudes pueden ayudarnos a ser más felices.
#1 – El doble filo de la libertad en la que vivimos
Elegimos nuestros cereales, nuestro desodorante, el jabón de nuestra lavadora, nuestro chocolate, nuestra infusión de por la noche, nuestra almohada, nuestra serie favorita, nuestra…nuestra…nuestra…una eterna lista que libremente elegimos y tenemos al alcance la mano es nuestro día a día de una manera tan sencilla y automática que no somos conscientes del apego que genera en nosotros.
Está genial poder elegir, tener nuestras preferencias y las cosas que nos gustan más; sin embargo estas cosas generan en nosotros una especie de dependencia que hace que cuando no las tengamos disponibles no estemos a gusto y nos falte algo…estamos perdiendo esa libertad que creemos tener.
Os digo esto porque mi mes en el Ashram no ha sido fácil, no me daba cuenta de cuantas cosas necesitaba en mi día a día para estar bien y lo difícil que sería estar sin ellas. Al principio pasas como una especie de etapa de desintoxicación, en la que echas de menos todo, y eso te hace no estar a gusto…incluso como enfadado. En mi caso además de echar de menos mis “cosas”, pasé de la noche a la mañana a una dieta vegana (de la que ya os hablaré en el siguiente post con tranquilidad y donde os contaré todo lo que noté durante ese mes).
Sin embargo, a los 15 días o así, empiezas a experimentar una sensación más parecida a la libertad real de cuando no necesitas tantas cosas y la sensación es maravillosa. De repente te acostumbras y dejas de resistirte, de echar de menos, de pensar..»ayyy cómo me gustaría esto o lo otro»… Y lo bueno es que cuando sales de allí, y vuelves a tener todo a tu alcance, lo valoras todo un montón más , lo disfrutas más, no hay ansiedad sino puro disfrute.
Por tanto, sin necesidad de irte a la India, de vez en cuando, estaría bien no acceder a todos los caprichos de nuestra mente, no dejarnos llevar por nuestros deseos, sobre todo cuando son instantáneos o muchas veces debidos al estrés…Es interesante jugar con ellos, hacer pequeñas renuncias que hacen que cuando realmente necesitemos algo sepa mucho mejor.
#2 – Lo preocupados que estamos por nuestras aspiraciones
Cuando hablo de aspiraciones, me refiero a nuestros deseos de ser alguien, de triunfar en esta vida, de quedar bien, de que nos admiren, de que nos valoren…Es increíble la cantidad de tiempo, esfuerzo y energía que perdemos en esto en lugar de ser más auténticos, disfrutar más de lo hacemos e incluso hacerlo mejor.
Muchas veces dejamos de hacer las cosas por nosotros mismos y las hacemos por lo que piensen los demás. Con el boom de las redes sociales esto está todavía más acentuado, y llega un punto en que nos olvidamos de vivir y sólo nos preocupamos por contar. La verdad es que durante este mes y medio fuera he podido analizarme en ese sentido. Sé que he contado parte a través de mis redes sociales, pero ni os imagináis lo que no. La experiencia que he vivido realmente no se ha visto a través de la pantalla.
Pero no ha sido fácil, al principio cuando llegas allí la inercia es coger el móvil todo el rato y compartir todo lo que ves, sientes, oyes y piensas…yo misma me analicé los primeros días con esa necesidad y por eso fue cuando menos lo hice. Los primeros días decidí casi no hacer stories y tan sólo publiqué una foto cada dos o tres días…porque esa experiencia era para mi, para aprender lo que tenía que enseñarme…y no quería perdérmela.
Sabéis que me encantan las redes sociales y que os cuento un montón de cositas por allí, pero tenemos que intentar que no nos robe la vida. Qué no se conviertan en más importantes que la propia experiencia que tenemos delante, que nos permitan disfrutar del momento, de mirar a los ojos a las personas que tenemos delante, de saborear cada instante, de no perdernos nada por culpa de hacer la foto perfecta.
Sé que no es fácil, pero podemos empezar por pequeñas cositas, como dejar el móvil en casa cuando salgas a dar un paseo, dejarlo en el bolso sin sonido cuando estés con amigos, o incluso que no sea lo primero que miras cuando abres los ojos por la mañana…
Y lo mismo con nuestro trabajo, hagamos lo que hagamos es tan importante hacerlo por nosotros mismos, porque nos apasione, porque nos guste o simplemente por el placer de hacerlo bien y no por lo que piensen los demás…Si algo tengo claro es que sólo se puede ser master de aquello que amas, así que si no quieres preocuparte por lo piensen los demás haz lo que realmente quieres, porque al final eso se nota, eso trasciende y será lo que verán los demás sin más opción que admirarlo. (os lo digo yo que me costó mucho ganarme el respeto de mi familia cuando dejé la Ingeniería y ahora tengo todo su apoyo y admiración).
#3 – La importancia del conocimiento
La tercera de las grandes lecciones que me traigo, es la importancia del conocimiento. La importancia de abrir nuestras mentes, leer, viajar conocer. No limitarnos al pequeño marco en que vivimos. Porque la realidad como tal no existe. La realidad la creamos de lo que vemos, sentimos y pasamos por el filtro de nuestro cerebro sujeto a nuestros prejuicios y estados mentales.
De ahí que sea tan importante extender nuestras miras, porque el abanico de posibilidades de la realidad que generamos se multiplica por cien cuando abandonamos nuestros prejuicios. Como digo no hace falta irse un mes y medio a la India para ello; por ejemplo, la lectura es una de las acciones más enriquecedoras que podemos hacer para abrir nuestras mentes.
Y ya que hablamos de lectura os recomiendo un libro que tiene que ver con la India, The Journey Home de Radhanat Swami, con el viaje de un hombre en busca de su identidad, que a ayuda a entender todo esto de lo que estoy hablando. Además tuve la suerte de conocer al autor durante mi estancia en la India y escucharle hablar. Os aseguro que es una de las mayores fuentes de inspiración que he encontrado nunca y desprende una magia brutal, una de esas personas que consigue despertar algo dentro de nosotros.
Bueno, pues solo espero que mis tres reflexiones os sirvan de inspiración para reflexionar vosotros mismos sobre algunas cosas de vuestra vida y ver si os sentís identificados con algo de lo que hayáis leído porque cómo os digo, creo que con voluntad, con ilusión, con trabajo y con ganas todo cambio es posible.
Frase para hoy.
La libertad consiste en reconocerte como dueño de tu propio destino, sabiendo que con tu mente y tu actitud puedes actuar en la realidad que construyes.
La Pau es RECONTRABELLA!!!, Saludos desde la orilla Oeste de del Atlántico (América).
Mil gracias!! Qué bonito! Un abrazo enorme. Pau
Ays Pau!!! Cuanta pasión en tus palabras !! Tengo mil ganas de ver como esa chica locuela, que un día, decidió hacer lo que más le gustaba, nos muestre una vez más su pasión y nos enseñe a amar aquellas actividades que ahora mismo nos son extrañas o diferentes.
Ganas de crecer con el alma.
Un abrazo
Jopeee y yo tengo unas ganitas de hacer algo en Madrid chulo para compartir con los que más quiero!!! Un abrazo preciosa!
Gracias por compartir tu experiencia con nosotros y darnos tan buenos consejos!
He seguido tu trayectoria por Instagram y he de decir que me has transmitido muy buen rollismo, y es que eso se pega!!!
Muchísimas gracias María, me hace mucha ilusión tu mensaje y me motiva a seguir aprendiendo y compartiendo.
Un abrazo enorme!!
Pau