We Run Barcelona, una experiencia épica

¡Muy buenas!

Madre mía cómo están siendo estos últimos meses de intensos y de bonitos. Tengo tantas cosas que contaros y tan poco tiempo para poder hacerlo…cómo veis últimamente soy una mujer pegada a una maleta. Afortunadamente hoy tengo un ratito antes de que empiece la gynkana de semana para contaros cómo fue mi experiencia en Bombers.

Este año las expectativas de la carrera eran muy altas. La nueva We Run Barcelona cambiaba completamente el formato de carrera. Este año se iba a celebrar en Junio en vez de en Abril y a las 9 de la noche, para ganarle la carrera a la puesta de sol.

Para mi además, también suponía un reto personal, ya que cómo os venía contando en los últimos meses quería hacerla en menos de 48 minutos, lo cual suponía hacerla a una media de 4,48 min el km.

La verdad es que la semana previa a la carrera me di cuenta de que esto me preocupaba bastante porque durante varias noches me desperté soñando con este tema. A lo mejor no a modo consciente pero si estaba muy presente en mi subconsciente.

Durante toda la semana, y después de las malas sensaciones durante mi última carrera, si algo tenía claro es que la experiencia merecía que disfrutara de la carrera, cosa que por falta de precaución no supe hacer en Milán.

Así que de alguna manera, intenté dirigir mis pensamientos hacia este lado. Lo primero era disfrutar, lo segundo tener la sensación de hacerla bien y lo tercero intentar cumplir mi objetivo. En ese orden.

A veces nos obsesionamos tanto con una marca, que, cómo ha sido en mi caso, esto se convierte más en una carga que en un punto de motivación y de fuerza. Sí pienso que está bien querer superarse a uno mismo, marcarse retos que te saquen de tu zona de confort, obligarte a esforzarse para intentar mejorar. Sí pienso que para todo ello es importante entrenar. Planificar una estrategia, hacer cosas diferentes que obliguen a nuestro cuerpo a adaptarse.

El día de la carrera era un cúmulo de emociones. Allí me encontré con muchísimos amigos del sector que venían a disfrutar de la carrera y del fin de semana entre amigos. Comimos en un restaurante precioso con las unas vistas espectaculares todo Barcelona. Por la tarde antes de la carrera unos bañitos en la piscina del hotel Wella.

Con todo preparado ya sólo quedaba una cosa. Ir hacia la línea de salida. Juntarnos todo el equipo e ir hacia la línea de salida!!

A mi lado, Miriam Albero, que está siendo mi soporte y mi guía con todas las letras durante estos tiempos de running. Sin duda, ella es una de las cosas más bonitas que me ha traído este último año.

En mi cabeza, las palabras de mi entrenador, hazla bien, tu sabes hacerlo y sobretodo sonríe, no te olvides de sonreír porque no sabes hasta que punto eso puede darte fuerzas. Y por otro lado, el miedo de cometer el mismo error que en Milán y fundirme durante los primeros km

La verdad es que salí con la sonrisa en la cara, me encontraba fenomenal, y empezaba cuesta abajo. Sin embargo, mi cautela me iba frenando, no te emociones, son 10 km y tienes que llegar al 10 sonriendo. La gente salía despedida, y yo miré a Miriam y le hice gesto de “al tran al tran” vamos de menos a más. Y ella marcó un ritmo estupendo. No mires el reloj me dijo, yo te llevo. Y así lo hicimos

Mi única preocupación era sonreír, saludar a la gente me encontraba por el camino, disfrutar del maravilloso recorrido por la preciosa Barcelona que encendía sus luces progresivamente según iba cayendo el sol. La imagen del Agbar al llegar a ese punto de la carrera con las luces rojas y azules fue una de los momentos que más me impactó.

Y así fue todo el camino, escuchando a mi cuerpo, llevándolo de menos a más hasta el final, sonriendo a Miriam que me miraba cada dos por tres para ver como iba, disfrutando, pensando en si lo lograría o no lo lograría. La verdad es que creía que sí, me daba la sensación de que íbamos bastante ligeras. En el último km apretamos, lo hicimos a 4,38 pero a la llegada a meta, ver el tiempo me sorprendió. 50 minutos…no lo había conseguido.

Mi primera reacción…me enfadé, me vinieron pensamientos a la cabeza tales como, “¿cómo puede ser, si he entrenado, por qué no consigo ser más rápida, que estoy haciendo mal?. Llegué incluso a pensar, pues ya está, me rindo. Esto no es lo mío. … Me concedí dos minutos. Esa no es Pau, yo nunca he sido así, y no pienso dejar que una marca me obsesione. Lo había hecho bien, había disfrutado, he conseguido llegar hasta aquí sin lesionarme, puedo seguir corriendo, tengo la oportunidad de seguir intentándolo. ¿qué más puedo pedir? Nada!!

Tocaba ser feliz y disfrutar de la cena y de la fiesta que Nike nos tenía preparados. Se lo debía a todos los que me han ayudado a llegar hasta aquí, a Miriam por hacer de mi carrera, su carrera, a mi entrenador que me ha ayudado a mejorar tanto y aprender infinito y a todo el equipo de Nike que se había dejado la piel en organizar un fin de semana que nunca olvidaré. Adri, Sonia, Yanira, Juan, Ali, Marta, Albertos varios, Guillém y todos los que hicisteis posible que viviéramos ese sueño.

 

Ese día me enseñó que la vida es un 10% lo que ocurre y un 90% cómo reaccionamos ante allo. (@paulamartingo)

Cuando miré mi posición según mi categoría, dentro de los 20.000 partipantes y un 40% de mujeres, había quedado la 220. Esto me hizo pensar…bueno, igual no eres tan mala. No te machaques.

Puedo decir que el camino hasta aquí ha sido maravilloso. Hacía mucho tiempo que no me dedicaba tanto tiempo a mi misma y a mi entrenamiento. Qué con el blog, los eventos, los entrenamientos personales, los cursos de formación, no priorizaba sacar tiempo para entrenar yo. Y cada uno de esos días ha sido un regalo para mi misma.

Durante este tiempo, mi plan de entrenamiento semanal, se convirtió en una prioridad y no me lo saltaba salvo causa mayor, que también las hubo. Es verdad que no tenemos tiempo para todo lo que queremos hacer en el día, pero depende de nosotros a qué realmente le demos el carácter de ineludible. He aprendido a controlar mi pulso corriendo, he aprendido a hacer series e incluso empezar a disfrutarlas ( aquí todavía me queda mucho trabajo) y he aprendido a marcar mis ritmos escuchando a mi cuerpo.

He corrido tres medias maratones en tres partes diferentes del mundo, disfrutando a tope cada una de ellas. He conocido a gente maravillosa que me ha ayudado en el camino. He aprendido muchísimo de grandes profesionales que han pasado por mi vida y por este blog durante los últimos post. Todo, absolutamente todo lo que me ha aportado esta aventura son cosas positivas. Así que a seguir luchando y a seguir trabajando. Las cosas llegan, si crees en ello, cuando menos te lo esperas.

Y para todas las que estáis empezando, que tengáis dudas sobre como hacerlo, tengo la oportunidad de poder pasar un rato con vosotras gracias a haber sido elegida embajadora de #RompeElHielo, Muévete con Findus” una iniciativa solidaria para todas las mujeres que quieran colaborar en la lucha contra el cáncer de mama. Una llamada para que cada vez más mujeres se muevan, salgan a la calle, participen y crucen la meta.

Para ello, hemos organizado un tour por 5 de las 7 ciudades en las que se organiza la Carrera de la Mujer 2015 –Gijón, A Coruña, Sevilla, Zaragoza y Barcelona. En estas ciudades convocaremos a mujeres para realizar entrenamientos en la semana previa a la carrera que las preparen para llevar un estilo de vida más saludable, que las anime a participar en la Carrera de la Mujer y, al mismo tiempo, anime a otras a participar en futuras ediciones.

Este miércoles estaré en Gijón  y podré compartir con vosotras todas mis experiencias personales y las cosas que me han ayudado. Si quieres asistir sólo tienes que mandar un email a finduses@gmail.com, con tu nombre y apellidos, un teléfono y tu email. Hay sólo 20 plazas así que no te despistes, Tengo muchas ganas de veros por el Norte!

Un abrazo muy fuerte y a por una semana llena de cosas bonitas!!

Pau

Gracias por las fotos http://www.icanteachyouhowtodoit.com/werunbcn/index.html