Qué bueno es tener amigos de todos tipos y en todos los sitios. Y qué suerte también poder seguirnos a través de las redes sociales, que nos permiten saber a qué se dedica gente a la que llevas tiempo sin ver. A través de ellas he podido seguir cómo mi amigo Eugenio Tebar, (Churro para los amigos) creó su estudio Vinyasa Yoga y cómo éste ha ido creciendo y evolucionando, siendo ahora mismo de los pioneros en ofrecer clases de Aeroyoga en Madrid. Se trata de una disciplina relativamente nueva en nuestro país, aunque en otros lugares como Australia o Estados Unidos lleva más de una década practicándose.
Según lo vi me sentí muy atraída por la idea, practicar yoga que me encanta, y además, colgada de unas cintas cómo en el Circo del Sol pensaba…. yo tengo que probarlo. Así que en compañía de otra amante del Yoga, cómo es Olga de Fit and Chic, Churro nos invitó a probar esta experiencia.
Os aseguro que las sensaciones son increíbles, a mi me trasladaron a la niñez, y a la creatividad y disfrute que suponía colgarte de donde veías.
Pero…¿En qué consiste exactamente una clase de aeroyoga?
En esencia consiste en hacer ejercicios de técnica de yoga pero utilizando la sustentación que nos permite un columpio que se encuentra fijado en el techo de la sala dónde lo estemos practicando. Esto permite que podamos realizar muchas de las asanas clásicas de yoga con mayor amplitud de los movimientos al tener estas cintas y poder utilizarlas cómo apoyos o elementos de empuje. Por otra parte, la sujeción de las cintas nos permite trabajar literalmente colgados de ellas. Gracias a todo esto, la posibilidad de realizar ejercicios y posturas diferentes es mucho mayor, convirtiendo esta actividad en algo diferente, y muy divertido (para aquellos que encuentran el yoga algo demasiado estático o aburrido, esta opción les encantaría).
Una de las secuencias que más me gustaron fue la siguiente en la que desde la posición de sentado, a través de la fuerza de bíceps y el core conseguías subir hasta la posición de pino:
Y esta otra en la que desde arriba de las cintas, estirando una pierna y subiéndola a la vez que bajabas el cuerpo,conseguías dar una vuelta de 360 grados trabajando la fuerza y la flexibilidad.
¿Qué beneficios produce?
La ventajas del yoga a nivel físico y mental son ya más que probadas y evidentes. Todo aquel que lo ha practicado, reconoce que no sólo mejora su elasticidad, su postura, su equilibrio y su fuerza sino que además, la conexión cuerpo mente que se establece actúa como una herramienta para armonizar el cuerpo, aumentar los niveles de energía, liberar la tensión y promover la relajación.
Si a todo esto le sumamos el poder trabajar colgados, en sentido opuesto a cómo la gravedad suele actuar en nuestro cuerpo las ventajas se multiplican. Entre las múltiples propiedades del aeroyoga encontramos que:
• El yoga en suspensión mejora la flexibilidad y la calidad de los estiramientos ya que permite lograr posturas que no se consiguen sin la ayuda de las cintas.
• La terapia de inversión ayuda a la rehabilitación, puesto que fortalece los músculos, tendones y ligamentos.
• Estira la columna: descomprime las vértebras, “oxigena” la médula espinal.
• Es un buen hábito contra los dolores crónicos (espalda, articulaciones…) y a su vez favorece a mejorar la postura.
• La intensidad de los ejercicios se puede ajustar fácilmente al nivel de cada persona.
• Tiene una función adelgazante y linfática gracias al retorno venoso en la práctica de las posturas invertidas.
• Facilita el crecimiento y el estiramiento físico.
• Reactiva el aparato digestivo y el respiratorio.
• Desarrolla las capacidades artísticas de la persona, aumentando la creatividad y potenciando tus capacidades mentales.
• Ayuda a combatir miedos, fobias y el estrés. a la vez que es un relajante emocional.
¿Qué tipo de personas pueden hacerlo?
Prácticamente todas, según su nivel por supuesto, pero ha sido estudiado para que toda la población sea cual sea su estado físico, pueda disfrutar y sacar el máximo beneficio.
Mi experiencia fue muy buena. Y las agujetas en los brazos y espalda también estuvieron bien…;-) Churro consigue hacer los ejercicios cómo si apenas costara esfuerzo, pero yo descubrí que hace falta fuerza para realizar algunas de las posturas, sobre todo aquellas en las que tienes que conseguir invertir tu cuerpo. Supongo que también será cuestión de mejorar la técnica, y de práctica, como todo. De gran ayuda fueron mis Nike Studio Wrap que gracias a combinación entre agarre y libertad que producen se han convertido en imprescindibles en mis sesiones de Yoga.
Durante la relajación , estiramos las cinta para formar una cuna y nos metimos dentro cómo si fuéramos una crisálida haciendo un ovillo. El sonido de los cuencos tibetanos y el olor a palo santo inundó la sala transportándonos a un rincón de la India. La sensación final fue de absoluto bienestar. Casi podría decir que había crecido!!
Así que desde aquí os animo, cuanto menos a probarlo, por sus ventajas físicas, pero sobre todo por las sensaciones que descubres y porque realmente es muy divertido. Eso sí, habiendo transcurrido siempre al menos tres horas después de comer!
Aquí os dejo la info donde poder prácticarlo:
VINYASA SHALA
San calletano 8 local 1 (Metro-La Latina)
info y reserva 609154186
vinyasayogaestudio@gmail.com
Gracias a Churro por inspirarme y la bonita clase que nos diste y a mi fotógrafa y hermana Lucía Butragueño por acompañarme en mis aventuras.
Namaste
Que gusto ver gente con ganas de explorar y además tan guapos.
Felicidades !!