Buenos días team, hoy quería hablaros de un tema que se habla mucho en nuestros días y me parece muy importante tratar en un blog en el que el objetivo principal es encontrar la forma de sentirnos bien: el estrés.
Y lo vamos a hacer a través de la teoría que estoy aprendiendo en mi formación de Mindfulness, entendiendo qué es, cuál es su mecanismo de funcionamiento y cómo podemos reducirlo y mejorar así nuestra calidad de vida.
Conociendo al estrés
Empecemos por el principio…¿Qué es el estrés?
El estrés se define como una reacción natural y necesaria para la supervivencia, es decir, es la reacción a una situación que percibimos como una amenaza, sea real o no. Es la reacción del cuerpo que nos activa en modo lucha o huida.
El mecanismo de funcionamiento de esta reacción es el siguiente:
- El córtex cerebral detecta una amenaza o riesgo y estimula el eje hipófisis suprarrenal y el sistema nervioso vegetativo lo que provoca que se liberen distintas hormonas (cortisona y corticoides).
- El hipotálamo, activa la secreción de adrenalina de la glándula suprarrenal. Estos “mensajeros” químicos creados por el cerebro, actúan sobre distintas zonas corporales poniéndolos en situación de alerta, se eleva la presión arterial, el flujo sanguíneo y la frecuencia cardiaca.
- En esta situación de hiperestimulación, el cuerpo se tensa, el pulso se acelera, preparándose para esa huida o esa lucha.(sin embargo cuando sentimos estrés generalmente no podemos salir corriendo ni liarnos a puñetazos)
En la Prehistoria está reacción se daba cada cierto tiempo, cuando existía un peligro real que ayudaba a proteger nuestra vida, como por ejemplo, huir de un oso. Sin embargo, hoy en día esos peligros ya no existen, pero hemos creado una sociedad en la que existen un montón de otras “supuestas amenazas” que a lo largo del día se van sucediendo, generándome los mismos síntomas.
A ver si os suena…
Escucho el despertador, lo apago para quedarme 5 minutos más, cuando me quiero dar cuenta me he dormido…me levanto a toda prisa, me meto en la ducha, me visto poniéndome la camiseta al revés, desayuno rápido sin ser consciente de que me estoy tomando o si lo estoy disfrutando y salgo de casa, me doy cuenta que se me ha olvidado algo y subo corriendo a cogerlo, me monto en el coche y como no, un atasco horrible para llegar a la oficina, o a clase…
No voy a llegar a esa reunión que tenía planteada, para colmo me llama mi jefe y me pide para antes de la reunión el informe que pensabas hacer después, llegas a la reunión, tarde, mal preparada, con la camiseta del revés, y me siento absolutamente perdida. Salgo de la reunión con la intención de redactar ese informe, pero tengo 20 correos en la bandeja de entrada que en ese momento parecen ser súper urgentes.
Voy a por un café, me encuentro con mi compañera que había quedado para el gym a la hora de comer, pero se me ha olvidado la ropa y miro el móvil un segundo para descubrir que tengo 130 whatsapp, mi madre diciéndome si voy a poder ir hoy a recogerla, mis amigas organizando la cena del fiesta de disfraces del viernes para la cual todavía no he podido comprar nada…etcetcetc…y no sigo porque, no son si quiera las 11 de la mañana y ya estoy agotada…
¿A que os suena?
En nuestro día a día, puede que no existan osos, pero existen una sucesión de pequeños “estresores” que hacen que antes de alcanzar el punto de equilibrio surge una nueva amenaza y alteretodo mi sistema, y así sucesivamente a lo largo del día. La consecuencia de esto, es que nunca conseguimos llegar a nuestro punto de equilibrio, y se va generando una especia de situación de estrés o desequilibrio mantenida que tiene muchos efectos negativos en nuestra salud..
Síntomas del estrés
Los síntomas generales de esta situación podrían ser alteraciones del sueño, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, tensión muscular, contracturas. ¿Detectáis alguno?
En estos casos, si la situación no cambia, estos síntomas pueden llevarnos a una mala adaptación de la situación que implique, dejar de hacer deporte porque no tenemos tiempo, o al revés hiperactividad y no parar, trasnochar viendo series, saltarse algunas comidas, o por el contrario pegarnos atracones, comportamientos malos para la salud, como por ejemplo la dependencia de sustancias nocivas, el alcohol, el tabaco…
Y esta mala adaptación, nos puede llevar a estados permanentes de ansiedad, agresividad, pérdida de interés, depresión, problemas en las relaciones, depresión, enfermar con facilidad…. Al encontrarnos mal, no nos sentimos con fuerza o seguros y la misma consecuencia del estrés, puede a la vez convertirse en un nuevo elemento estresor, que de origen a un nuevo ciclo de estrés entrando así en un circulo vicioso que tarde o temprano puede acabar con nuestra salud.
¿Cómo combatir al estrés?
Bueno y después de este speach en el que espero haberos concienciado acerca de los aspectos negativos del estrés, la buena noticia es que podemos desarrollar estrategias para afrontarlo que nos permitan salir de este círculo vicioso. Puede que la realidad no cambie a nuestro alrededor, pero sí podemos cambiar nuestra forma de enfrentarnos a las mismas situaciones.
Cuando se dice que una persona es resistente al estrés aludimos a su capacidad de protegerse frente a los estresores. Son personas que tienen un gran sentido del compromiso, una fuerte sensación de control sobre los acontecimientos, y están abiertos a los cambios en la vida, lo que les ayuda a interpretar las experiencias estresantes y dolorosas como una parte más de la existencia.
Es decir hay tres componentes principales: fuerza, control y flexibilidad. Estas cualidades (que se asemejan al bambú) se pueden adquirir y entrenar con la meditación.
¿Por qué utilizar la meditación para luchar contra el estrés?
Una mente más tranquila y presente es una mente más eficiente, centrada y positiva; capaz de lidiar con el día a día sin dejarse arrastrar por los pensamientos negativos, por las dificultades, por el “piloto automático” (esa forma de hacer las cosas sin prestar atención, de prisa y corriendo, mientras pensamos en otras cosas, y sin disfrutar en realidad de casi nada de lo que hacemos diariamente).
Os he hablado mucho sobre Mindfulness en los últimos tiempos ya que me apasiona los efectos que estoy descubriendo en mi misma, y tengo muchas ganas de poder hacer un curso de reducción del estrés con vosotros (os aviso que en Septiembre lo haré en Madrid, así que si estáis interesados ya me podéis contactar para ello) Es un curso de 8 semanas que nos ayuda a desarrolla muchas herramientas para cambiar nosotros, de dentro afuera, y que conlleva dedicación e incorporar algunos hábitos en nuestra vida como la meditación.
Bambú
Pero si este artículo os ha resonado, y queréis empezar desde ya a trabajar en ello, os quería presentar una herramienta que ha creado una compañera de Mindfulness que me parece súper apropiada para empezar a desarrollar esas habilidades de las que os hablo.
La aplicación Bambú nace gracias a un equipo global de meditadores y de apasionados por los productos digitales: Mauricio Morales y Candida Vivalda que comparten la pasión por cuidar la mente y el cuerpo. Tras ver los resultados positivos de la meditación y el Mindfulness decidieron embarcarse en la aventura de crear los medios para que más personas, sin experiencia previa, pudiesen conseguir resultados tan gratificantes.
¿Qué es Bambú y cómo funciona?
Bambú es una aplicación muy sencilla que te ayuda a tomar unos minutos diarios para meditar y estar más presente, y salir así del modo “piloto automático”.
Tiene cientos de audios guiados meditaciones de diferentes niveles, estructurado como un camino (el camino del bambú) en 3 etapas:
- Raíces, que ofrece 3 programas básicos para familiarizarse con los fundamentos de la meditación.
- Crecimiento, que ofrece sesiones más largas, intermedias y avanzadas, para afianzar el hábito y profundizar en ello.
- Desarrollo contínuo, donde se encuentran audios para el manejo de problemáticas concretas, como: foco y productividad, ansiedad, estrés o depresión.
Además, hay meditaciones rápidas de 1 a 3 minutos, para hacer sobre la marcha durante el día y gestionar momentos concretos de estrés, o en los que se necesita más energía o capacidad de concentración. También cuenta con audios pensados para disfrutar con plenitud de momentos concretos del día, como: despertarse, ir a dormir, comer, caminar… y puedes realizar un seguimiento del progreso personal, además de ver estadísticas (minutos meditados, meditaciones completadas, etc.). Está especialmente pensado para principiantes, pero es útil también para meditadores que tienen más experiencia.
Os digo de verdad que a mi me está ayudando a gestionar mejor mi vida, llegar más contenta al final del día con la sensación de haber hecho las cosas que quería hacer y aprender a desconectar de las obligaciones para conectar con la maravillosa experiencia de la vida.
Frase para hoy
“Cuando estás haciendo algo por ti mismo y ves que te está cambiando la vida, sientes la necesidad de contarlo a más personas, de decírselo al mundo entero”
Lauramaria1462@hotmail.com
Súper Paula… me encantó! En septiembre debutaremos ambas. Un abrazo. Claramente.