Buenos días de viernes.
Hoy inauguramos sección en Inspirafit para hablar de una de las cosas que más me apasiona hacer en mi tiempo libre y que creo que tiene muchísimo que ver con nuestro estado de salud físico y mental. Los que me conocéis ya sabéis que siempre que puedo me escapo a tomar contacto con a naturaleza. No podría decidir si soy de playa o montaña, lo que sí sé, es que salir de Madrid y perderme por lugares desconocidos es una de las sensaciones más placenteras que tiene la vida.
A veces no somos conscientes del efecto tan positivo que puede tener para nosotros, rodearnos de aire limpio, de naturaleza, de paisajes, de colores, de olores distintos. Creo que todo lo que pasa por nuestra retina de alguna manera influye en nuestro estado de ánimo y en nuestras emociones, y por eso, estoy convencida de que llenarte la vista de bonitos paisajes hace que afrontes la vida de una manera mucho más positiva.
Esta vez por ejemplo, estaba muy agobiada de trabajo, en uno de esos momentos en que todo parece superarte y empiezas a no ver con claridad la esencia de las cosas importantes. Pues bien, me han bastado dos días fuera de casa para volver a sentirme fuerte como un roble y libre como un ave. Eso es lo que hace el efecto de la naturaleza.
A mi me ayuda a despejarme, a liberar la mente. Quizá sea el silencio de esos lugares perdidos en los que, de repente te sorprendes prestando atención al sonido de un río. Y esto, aunque parezca una chorrada, para mi es súper importante. Porque la mayoría del tiempo, vamos tan rápidos y tan concentrados en lo nuestro, en nuestras obligaciones que no somos capaces ni de escuchar lo que pasa a nuestro alrededor. Conseguir poner la mente en modo «pause» y darle un respiro tiene un efecto calmante y de relajación que es súper necesario para poder funcionar correctamente y que no se termine distorsionando nuestra visión de la realidad.
Al final la realidad no es más que el marco a través del cual interpretamos la vida. Yo siempre he creído que la realidad no existe como tal, sino que es la que versión que nosotros nos damos de lo que sucede, como lo sentimos y experimentamos. Yo lo veo como las gafas a través de las cuales veo la vida. Si están sucias y borrosas todo lo que vemos a través de ellas, también lo estará. Nada puede ser bonito a través de un cristal sucio. La naturaleza nos ayuda a limpiar nuestra retina y llenarla de luz y claridad.
A través de esta nueva sección , compartiré con vosotros mis escapadas, aquellas que merezcan la pena. Así como las rutas que por allí haya encontrado para correr o hacer senderismo. No siempre es fácil encontrar rutas para correr en los sitios a los que viajas. Para los que como yo sois de los que no salís de casa sin las zapatillas, aquí os contaré los distintos parajes por los que pase, por si os sirve de motivación para hacer una escapada cuando tengáis oportunidad.
Este fin de semana buscaba un sitio que no estuviera muy lejos de Madrid pero que a la vez estuviera realmente perdido. Y por una recomendación de un amigo busqué alojamiento en Ayllón, en la provincia de Segovia. Un pueblecito precioso que como bien indica una placa al acercarte a su arco de entrada «Quizá sea uno de los pueblos más bonitos de Europa»
Su casco antiguo está declarado Bien de Interés Cultural. Se caracteriza por los edificios señoriales y viviendas de arquitectura tradicional en estrechas calles de adoquines. La plaza tiene algo de mágico y lo que más me gustó fue subir a la parte más alta, al cerro del Castillo donde se conservan restos de la torre de La Martina y disfrutar de unas espectaculares vistas, tanto del propio pueblo como de la zona.
Con centro de base Ayllón, puede hacer tres excursiones que sin duda fueron ganando en belleza la una de la otra. La primera, visita a las Hoces del Duratón, algo que sin duda tenía desde hace tiempo en mi lista de pendientes, y aunque mis padres me aseguran que había ido de pequeñita, no recordaba.
El Parque Natural de las Hoces del Río Duratón está situado en el noreste de Segovia, aguas abajo de la villa de Sepúlveda donde se puede dejar el coche y aprovechar para visitar este pueblo que también es muy bonito. En esta zona, el río se ha encajado en un profundo cañón que, en algunos lugares, alcanza más de 100 metros de desnivel.
Existen dos rutas para hacer desde aquí, una más larga por los cañones por la que sólo me adentré un ratito, ya que al ser el día de viaje y tener que llegar al hotel no tenía tiempo pero me la apunto en mi lista de pendientes. Y una circular llamada «La senda de los dos ríos» de unos 5k que desde el cauce del río te subía por los altos farallones rocosos desde donde se podía contemplar todo el valle y sus cañones desde arriba.
Pasando el arco que véis en la foto llegas a una ermita preciosa en lo alto con vistas al pueblo de Sepúlveda a la vez que buitres leonados sobrevolaban por encima de nuestra cabeza, tan cerca que hubo un momento que pensé que se iban a abalanzar sobre mi bocata…;-)
El segundo día buscábamos una ruta para correr que fuera bonita teniendo en cuenta que habíamos quedado en Riaza para comer. Busqué por internet pero no encontraba información así que me basé en una aplicación que recordaba haber descargado en alguna ocasión para encontrar rutas para correr en los alrededores de donde te encuentras. Se llama Wikiloc, y es como una especia de wikipedia de Running.
No me termino todavía de hacer con ella, porque creo que me tengo que descargar la versión de pago para poder abrir los mapas de las rutas que te indica desde allí, pero gracias a ella localizé una que tenía buena pinta. La senda de Riaza a Riofrío. Desde Riaza, dejas el coche cerca de la carretera antigua de Riofrío y te metes por un sendero hacia el río. Desde ahí empieza una ruta preciosa que discurre por el cauce.
La dificultad de esta ruta es que al ser una zona escarpada, a veces la senda te obliga a subir la ladera, con fuertes subidas en las que si vas corriendo cuesta un poco pero merece la pena por las espectaculares vistas del valle que se encaja en las pizarras.
Para el último día habíamos reservado lo mejor. Nos levantamos prontito para ir hacia la famosa «Tejera Negra», el último hayedo del sur de Europa. No entendíamos por qué, si desde Ayllón en el plano lo veíamos muy cerquita, google maps nos decía que teníamos una hora y cuarenta minutos en llegar, para unos 50 km. Cuando fuimos acercándonoos lo entendimos.
Para acceder, tienes un buen rato de camino por carreteras comarcales de las que cada dos por tres, tienes que parar por paso de ganado…;-) Pero el paisaje que atraviesas es precioso y la excursión hasta allí en coche sin duda alguna merece la pena.
En el Hayedo existen dos rutas circulares, señalizadas con paneles interpretativos y balizas, para realizar a pie, y que son: la Senda de Carretas (6 Km.) a la que se accede desde un parkin interior situado a 8 km de la entrada y la Senda del Robledal (17 Km. con posibilidad de enlazarla y continuar por la de Carreta. Si vais a hacer la de las Carretas ( 2 horas y cuarto andando aprox) acordados de reservar parking por internet porque el acceso está restringido a un cierto número de visitantes al día.
La verdad es que es una pasada. Una vez dejas el coche en el parking apareces en un valle verde rodeado de naturaleza desde el que se accede poco a poco al bosque. El bosque de hayas tiene un ambiente de cuento: por sus colores, el musgo de sus suelos, y sus silencios. Además crecen robles y pinos silvestres que hacen que vaya cambiando el paisaje según avanzas.
Se puede correr por algunos tramos, pero yo la veo una ruta más recomendable para hacer andando y disfrutando del paisaje.Los colores y el silencio son absolutamente increíbles .
En fin, viaje muy recomendable a anotar en vuestras listas de sitios a los que merece la pena llegar. Yo me alojé en un hotel precioso, con muchísimo encanto en Ayllón, se llama Hotel Ayllón y tiene un restaurante precioso, El Patio, en el patio interior donde se come de maravilla. Mi plato estrella fueron las Alcachofas abiertas a la plancha….ummmmm.
«La alegría de ver y entender, es el más perfecto don de la naturaleza» Albert Einstein.
Sed felices y no olvidéis este fin de semana seguir entrenando un poquito con el Plan SOSNavidadInspirafit.
Pau
Hola querida
Te recomiendo para la próxima visita a la zona unos emplazamientos que sin duda te evocarán momentos sin igual. Se trata de las presas de Burgomillodo y Vencías.
Ya me contarás.
Wikiloc es lo mejor. La versión de pago cuesta 4€ al año que se amortizan con la primera escapada. Para mí, que me gusta hacer rutas de montaña pero que no estoy en ningún grupo, ahora es imprescindible!
Gracias Cristina, pues lo pagaré porque seguro que merece la pena! Felices fiestas!
Hola guapi, me encanta esta sección. No dejes de hacerla nunca.
Yo estuve en Verano en las Piraguas haciendo las Hoces y fue una pasada. Además hay un sitio para comer por allí que te mueres …… Si lo quieres ya te lo pasaré.
Si estás por conocer sitios, no te pierdas Burgo de Osma. La gastronomía, el pueblo y la naturaleza que le rodea es la leche. Además allí si hay rutas para poder correr y muy cerquita está el cañón del Río Lobos …. vas a flipar.
Miles de besos gigantes
Pues anoto!!! Gracias por la recomendación Su!! Serán bienvenidas y a ver si alguna escapada la hacemos juntas!!! Un abrazo
Felicidades por esta nueva sección!! Me encanta potque de esta manera podemos descubrir nuevos lugares para ir! Y viajando se conoce y aprende un montón!! Un beso guapi
Muchas gracias mi chica!! Yo también espero que descubramos juntas lugares tan bonitos como estos y nos llenemos de vida! Un abrazo